José Ovejero ha escrito más de veinte libros entre poemarios (Biografía del explorador, 1994, o ‘Nueva guía del Museo del Prado’, 2012), literatura de viajes, obras de teatro, novelas (‘La invención del amor’, Premio Alfaguara 2013) o textos de ensayo (‘La ética de la crueldad’, 2012, Premio Anagrama de Ensayo). Y a causa o a pesar de esos veinte libros -y el documental ‘Vida y ficción’, realizado junto con Edurne Portela-, mira con recelo el oficio de escritor. «El oficio es algo interesante e insuficiente. No quiero escribir con oficio. Quiero tener esa sensación de ‘no sé si voy a poder’».
Ovejero busca que la pasión y el vértigo inciten su literatura, según les confesó ayer a los asistentes de la primera cita de los ‘Martes literarios’ que organizan ‘El Diario Montañés’ y la UIMP en el Paraninfo de La Magdalena. También les confesó que sin imaginación no es nadie, no somos nadie. «Sin imaginación no nos levantaríamos por las mañanas. Sin imaginación no podríamos tener un proyecto político. No tener imaginación es conformarse. Y la imaginación que usamos en la literatura nos ayuda a crear. Hay mundos que no existen, que sabemos que no existen, pero nos permiten trascender lo que somos. Con esos mundos que no existen podemos darnos la vuelta y mirar el nuestro y ver lo que echamos de menos, ver nuestras limitaciones, vernos».
Ovejero ha vivido la mayor parte de su vida adulta fuera de España. Primero Bonn, después Bruselas. Ha mirado la realidad política y social del país del que intentó despegarse −y al que ha vuelto, en parte, llamado por los afectos− con mucha distancia y escaso interés. Sin embargo, su receta es la misma que para su literatura: imaginación. «España, todo el sistema en que vivimos, necesita una regeneración. Si pienso en la UE de hace 50 años, había un proyecto, una ilusión, una capacidad de imaginar un futuro deseado. En la UE, como en EE UU, como en España hemos dejado de ser capaces de imaginar un futuro. Lo mejor que puede sucedernos es que no nos suceda nada. Lo que queremos es protegernos…». Ovejero resiste. «Espero que seamos capaces de llegar a un momento en el que recuperemos esa capacidad de imaginar que podemos cambiar el mundo. Sin la imaginación, sin imaginar un mundo imposible seguiremos donde estamos». A los asistentes les pidió que no renuncien a pronunciar la palabra futuro. El encuentro sirvió a Ovejero para explicar las motivaciones de su literatura.
Por un lado, los escritores que han sido referentes en su vida. Desde Julio Cortázar -a quien leyó con pasión en la juventud y a quien dejó de intentar imitar-, a Philip Roth, pasando por Peter Handke , Luis Martín Santos, Wisława Szymborska o Alice Munro. Por otro, el porqué de su habitual cambio de registro. «Cada género te da muchas cosas y al mismo te limita. Cambiar de género es una manera de encontrar nuevas formas de expresar, y te obliga a mirar el mundo y la página de manera distinta. Cada género me permite llegar a otro sitio. Por eso doy esos quiebros».
¿Y por qué escribe?, le preguntó el periodista de ‘El Diario Montañés’ Guillermo Balbona, quien, junto con el poeta Regino Mateo, conducirá los ‘Martes literarios’. Ovejero respondió que hace dos semanas tenía claro que hubiera contestado que su literatura «busca aquello que está en la sombra, que está oculto», que lo la literatura, como ocurre en su último libro de cuentos, ‘Mundo extraño’ (Páginas de espuma, 2018), intenta dar visibilizar todo lo que se esconde en las relaciones familiares, en las amorosas, en la esfera social. «Pero hace poco me he dado cuenta de que hay un tema de base que está ahí desde el principio, que está en ‘Mundo extraño’, y que es la fragilidad. Me adentro en la fragilidad humana, en esos momentos en que nuestras solidas construcciones pueden venirse abajo».
Pistoletazo de salida
Ovejero inauguró los ‘Martes literarios’, en presencia del rector Emilio Lora-Tamayo, un ciclo en el que participarán escritores de distintos géneros y generaciones. Como recordó el director de ‘El Diario Montañés’, Íñigo Noriega, a esta tribuna se subirán figuras como Alejandro Palomas, Ángeles Caso, Samanta Schweblin, Manuel Vilas o Patricio Pron por citar algunas. Noriega confesó que tiene especial preferencia por este ciclo. «Porque los hacemos en colaboración con institución tan relevante para Cantabria como la UIMP», y también porque los autores, quizá más inspirados, «se entregan en este encuentro a los lectores». Junto con Noriega, inauguró estos ‘Martes’, la profesora y vicerrectora de Extensión Universitaria y de Enseñanza del español, Montaña Cámara.