Los pasos de la Administración para facilitar la desescalada del turismo en la Costa de Sol se están llevando sin contar con el sector. Por ello hoteleros, restauradores, viviendas turísticas y chiringuitos coinciden en reclamar un mayor protagonismo en los órganos de toma de decisiones en todo lo relacionando con la planificación de la desescalada. Lo justifican no sólo en el conocimiento que tienen de la industria turística, sino también por la enorme importancia que el turismo tiene para la economía del país y en lo mucho que se arriesga si las decisiones no se toman correctamente.

Esta fue, al menos, una de las principales conclusiones del propio sector durante el ‘Encuentro virtual sobre el Turismo en la desescalada’, que SUR organiza dentro de los Encuentros SUR Live. En el foro participaron el presidente de la Asociación Mahos-Asociación de Hosteleros de Málaga (MAHOS), Javier Frutos; el presidente de la Asociación de Empresarios de Playas de la Costa del Sol, Manuel Villafaina; Luis Callejón Suñé, como presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos); Carlos Pérez Lanzac, presidente de AVVA-Asociación de Viviendas Turísticas, y José Luque, director general y consejero de Fuerte Group Hotels. Moderado por la periodista de SUR Pilar Martínez, fue seguido por más de 500 personas. SUR tuvo que ampliar el número máximo de registros para permitir que el encuentro virtual pudiera ser seguido por muchas más personas debido al enorme interés generado, porque como recordó Pilar Martínez, «nunca en la historia de esta industria, este sector ha tenido que encarar el reto de partir de cero turistas y cero ingresos, pero con instalaciones preparadas para alojar y hacer disfrutar a 400.000 viajeros cada día»

El encuentro, que mostró que el pesimismo sigue instalado en el sector ante el inicio de la desescalada, ante el desconocimiento que todavía tienen los empresarios sobre cómo se llevará a cabo, y a que las pocas esperanzas de cara a este verano se centran en los meses de julio y agosto, se inició con un recuerdo «a todas las familias que han perdido a un ser querido en estas difíciles semanas, que pronto se contarán por meses».

El debate fue iniciado por el presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Luis Callejón, al lamentar la enorme falta de información que tiene el sector sobre cómo se está planificando la desescalada en el caso de la Costa del Sol.

Según Callejón, la previsión es que se produzca la apertura de algunos hoteles en julio ante el previsible movimiento entre provincias a nivel nacional. Respecto al turismo internacional, dijo que incluso las compañías aéreas desconocen todavía cómo podrán desarrollar los vuelos. Así las cosas, afirmó que «nuestro escenario es que la normalidad no llegará este verano. Si se mantiene este situación será complejo que se produzca incluso en la Semana Santa de 2021», dijo.

Intereses comunes

Callejón, que destacó la unión del sector turístico para defender juntos sus intereses, avanzó que los números van a ser «muy malos este verano», teniendo en cuenta que un 25 por ciento de los hoteles no llegará a abrir siquiera. Sobre la falta de representatividad del sector en las administraciones se quejó de que siendo presidente de los hoteleros de Andalucía, todavía no haya podido reunirse con el consejero de Turismo de la Junta, Juan Marín, a la vez que consideró urgente la colaboración público-privada.

Algo en lo que también coincidió José Luque, para quien esa colaboración público-privada es clave teniendo en cuenta que los hoteles «son grandes generadores de empleo y porque es más fácil mantener los puestos de trabajo que ya existen que crear otros nuevos». «No vamos a salir de esta crisis si no es a través de la colaboración público-privada», insistió Luque, que abogó por la búsqueda de fórmulas para acabar con la burocracia de las administraciones.

Respecto a Fuerte Group Hotels aseguró que no van a desescalar. «No nos planteamos abrir hasta la nueva normalidad, es decir el 1 de julio, porque no hay circulación interprovincial y en la Costa del Sol dependemos del turismo internacional en un 65% y en un 35% por ciento del nacional. El mercado en la actual situación es muy reducido, por eso iremos directamente a la reapertura en julio», dijo, aunque lamentó que todavía -por ayer- los hoteles no conocieran los protocolos de seguridad.

Para Javier Frutos, las perspectivas en el seno del colectivo de empresas hosteleras no son más favorables. «Lo que se palpa es que no vamos a abrir las puertas el día 11 porque con un aforo del 50% vamos a tener más perdidas que si estamos cerrados. Esperaremos a la siguiente fase», manifestó.

Frutos expresó también el malestar de este sector por no participar en los órganos de decisión. «La planificación se está realizando sin contar con nosotros», se quejó.

Ante los altos alquileres a los que están teniendo que hacer de muchos establecimientos hosteleros, Frutos reivindicó ayudas. «Son alquileres que se habían disparado y esto es un lastre para las empresas», manifestó, a la vez que reivindicó que se agilice la liquidez para las empresas y que se aclare ya cómo podrán abrir.

Actividad en las playas

Manuel Villafaina calificó de imprescindible que los empresarios conozcan ya cómo se van a abrir las playas, porque «no sabemos nada, aún cuando es uno de los motores de la industria turística que se puede ir al garete». Como presidente de la Asociación de Empresarios de Playas de la Costa del Sol aseguró sin embargo que los chiringuitos y establecimientos de playas, «a sabiendas de que vamos a perder dinero, abriremos para que la cadena económica no se pare».

Según Villafaina, la instalación de mamparas en las playas malagueñas no será necesaria, dado que son bastante grandes y amplías, aunque manifestó que el sector tienen muy claro que debe «mirar por sus clientes, sus empleados y nosotros mismos». Al igual que el resto de los participantes en el debate, reivindicó más representación para el sector y también un Ministerio único de Turismo.

Para Carlos Pérez Lanzac, en el caso de las viviendas turísticas, aunque el escenario está muy enrarecido, habrá más reservas de turismo nacional y de muy última hora. «Ello si la intención es que el turismo nacional pueda viajar en julio y agosto», puntualizó, a la vez que señaló que es posible que los clientes, en su mayoría familias, busquen entornos controlados y realicen estancias más largas. Pese a todo, Pérez consideró que la máxima ocupación será muy complicado. «Si hay reactivación, creemos que será tímida», avanzó.

Callejón se refirió también a la aprobación de la ampliación de los ERTE en el sector turístico de las islas Canarias hasta que se recupere la demanda extranjera, al afirmar que es imprescindible que todo el sector en su conjunto reciba el mismo trato. «El Gobierno va a tener un grave problema si deja a la Costa del Sol fuera de las condiciones que se han pedido para otros destinos», declaró. Paralelamente, exigió protocolos de seguridad claros y que se conozcan ya por el sector, «porque lo que no podemos es tener clientes en nuestros establecimientos que se sientan inseguros y encerrados».

Destino seguro

Los representantes del sector turístico en el encuentro coincidieron en señalar también la necesidad de hacer campañas poniendo en valor la seguridad del destino porque «hay que recuperar la confianza de los clientes», según Villafaina.

Luque y Callejón se mostraron partidarios de hacer tests a los empleados e incluso a los clientes si fuera posible. «La tranquilidad de los clientes es básica», afirmó el presidente de Aehcos, tras aclarar que los hoteles no conocen aún qué deben hacer si se da un caso positivo en sus establecimientos en el supuesto de que abran sus puertas.