El esquema de las empresas familiares que perviven en el tiempo es siempre el mismo». Así de contundente se mostró David Moreno al concluir la mesa redonda ‘El buen gobierno corporativo de la empresa familiar’, en la que el doctor en Derecho y experto en el mundo empresarial actuó de moderador.
Los tres empresarios extremeños que participaron en la cita que abrió el ciclo trataron de compartir sus experiencias. Así, Herminio Gómez, del Grupo Electrofil, Eugenio Manzano, del Grupo Laura Otero, y Óscar Marín, de Lider Aliment, todos con varios aspectos en común, pero cada uno de ellos con un perfil diferente, ejemplificaron en su trayectoria profesional alguno de los aspectos que han marcado el desarrollo de sus empresas. Porque una de las variables que comparten es que sus compañías son casos de éxitos en sus sectores de negocio.
El formato elegido por Moreno para dirigir la conversación, que tuvo lugar en la sede del Diario HOY en Badajoz, fue plantear cuestiones, que personalizó en cada uno de los integrantes de la mesa, en las que se repasaron los aspectos más importantes del gobierno de una empresa. Así, utilizó como hilo conductor el protocolo familiar para ir avanzando.
«El protocolo familiar es un conjunto de reglas que intentan establecer una sana convivencia en el gobierno de la familia», expuso el moderador, que añadió que este modelo trata de responder a cinco preguntas. Éstas se relacionan con el proyecto empresarial, la dirección del mismo, las retribuciones, el reparto de dividendos y la resolución de conflictos.
La primera particularidad que expuso Moreno, antes de dar voz a los empresarios, fue que las tres compañías representadas carecen de protocolo familiar, pero todas están en fase de hacerlo. En este sentido, consideró que la primera conclusión del evento es que realizar el protocolo familiar es algo que necesita «reposo y encontrar el momento adecuado», señaló.
A la hora de resumir las aportaciones de los intervinientes y de establecer las claves de lo que puede considerarse el buen gobierno de una empresa familiar, Moreno resumió que: «hemos hablado de unidad y de autoridad, de confianza, de generosidad, de respeto, de meritocracia, de compromiso, de libertad y de soñar, porque en definitiva todo proyecto es un sueño; saber combinar estas cuestiones es lo que os ha hecho estar donde estáis», indicó, en relación a los tres empresarios participantes. Finalmente, hizo referencia al legado por el que trabajan y que transmitirán a sus herederos.
Preguntas
Para llegar a esas conclusiones, el profesor de San Telmo lanzó varias preguntas a sus compañeros de mesa. El primero en tomar la palabra fue Gómez, que se encuentra jubilado y ha dado paso en la dirección del Grupo Electrofil a la segunda generación familiar. La particularidad de su caso, entre los asistentes, es que fue él quien inició el proyecto empresarial. Por ello, se le preguntó por el retiro de los empresarios de primera generación. El dato que manejan los expertos es que ese retiro no se produce. Gómez vino a confirmar ese punto, ya que «accionarialmente estoy totalmente retirado, pero doy mi opinión y tengo voz y voto en las decisiones importantes», dijo.
Por su parte, Manzano es el heredero de una empresa familiar con una tradición centenaria. Además, su acceso a la dirección del Grupo Laura Otero se produjo de manera inesperada y cuando él no llegaba a
los 25 años. Por tanto, en su perfil de empresario inexperto en sus inicios, valoró mucho las aportaciones realizadas por el equipo de profesionales con que contaba la compañía en esos sus primeros pasos al frente de la misma.
A la hora de otorgar el turno de palabra a Marín, el moderador se refirió a su caso como ‘rara avis’. El motivo que arguyó es que la empresa que dirige es «multifamiliar». Además, a él se le puede considerar miembro de la segunda generación, pero los cambios que ha introducido le hacen estar casi más cercano a la primera. En este sentido, puso sobre la mesa uno de los conceptos que influyen de manera directa en el gobierno de una empresa: el de la libertad. «No sé si tomé la decisión de volver a Extremadura y hacerme cargo de la empresa porque era lo que quería o por compromiso familiar, ni si realmente tenía otra alternativa; lo que sí tengo seguro es que no me arrepiento de haberlo hecho», destacó el dirigente de Lider Aliment.
Los tres participantes tuvieron tiempo para comentar el enfoque de su proyecto empresarial. Gómez, como primera generación, habló del espíritu emprendedor y de la decisión de comprar otras compañías para ir creciendo. A la vez, se refirió a las ofertas que ha tenido de las multinacionales eléctricas para comprar su empresa. «No quisimos vender», afirmó. Además del componente sentimental, justificó su decisión en la firme creencia de tener un hueco en el mercado. Desde luego, el tiempo le ha dado la razón.
Ofertas también tuvieron los antecesores de Manzano para desprenderse de la empresa que distribuye energía eléctrica en Miajadas. Igualmente fueron rechazadas y el actual consejero delegado del Grupo Laura Otero no se plantea lo contrario. «Tengo la obligación de trabajar para desarrollar lo que me han dejado y de transmitirlo a la siguiente generación», detalló.
La labor realizada para adaptar los procesos empresariales a la utilización de las últimas novedades tecnológicas hablan de esa apuesta por el desarrollo.
Una idea similar presentó Marín, aunque utilizó una terminología diferente. «El proyecto viene dado por la inquietud empresarial de mi padre», relató desde el punto de vista de la segunda generación. Sin embargo, esa definición también se le puede aplicar a sí mismo. Con él al frente, la empresa –que partía de la distribución de congelados y carne– apostó por la compra de una pequeña empresa de supermercados en la que comercializar sus productos. La aportación de esta segunda generación es, por tanto, muy influyente en el presente de la compañía y todo parece indicar que también lo va a ser en el futuro.
Las tareas acometidas han sido «ordenar, reestructura, redefinir… y a raíz de ello hemos ido creciendo», detalla Marín, que ahora observa ante sí una responsabilidad con los trabajadores y con los socios de la empresa. «El espíritu emprendedor también debe tener en cuenta esa responsabilidad», comenta, en referencia a otro de los conceptos clave del gobierno.
Al llegar el moderador a la cuestión de la sucesión volvieron a aparecer puntos de encuentro. En varias ocasiones se repitieron los gestos de asentimiento de los participantes mientras escuchaban las intervenciones de sus compañeros.
La separación entre empresa y familia se convierte aquí en un aspecto fundamental. No permitir el acceso a la empresa, ya sea en cargos directivos o como trabajadores, a familiares sin méritos es uno de los motivos que los tres consideraron necesarios para el buen funcionamiento de la empresa y para garantizar su permanencia en el tiempo.
De la misma forma coincidieron en la importancia de, en palabras de Gómez, «establecer de forma clara el liderazgo en la empresa y de que los ingresos de los miembros de la familia –en caso de formar parte del organigrama empresarial– vayan en función del puesto de trabajo que ocupen».
En el tema de la sucesión, el fundador del Grupo Electrofil hizo mención a la fiscalidad y criticó el estado actual del Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
En cuanto a los dividendos, los empresarios sí se mostraron partidarios de un modelo equitativo entre los componentes de la familia, formen o no parte de la empresa. En este apartado es paradigmático el modo de actuar que compartió el máximo responsable del Grupo Laura Otero. «Todos los años hacemos un reparto de un porcentaje fijo de los beneficios». Algo que el moderador observó como muy positivo para la salud de la empresa y para que los socios tengan la posibilidad de decidir qué hacer con su dinero.
También expuso Manzano que en un determinado momento en el que fue necesaria una aportación de capital por parte de los socios, ésta se hizo de manera inmediata. Añadió que hace muy poco tiempo, todos juntos han decidido diversificar y adquirir una empresa en un sector completamente ajeno al energético. «Es un ejemplo de generosidad y de confianza que viene dado por el modo de actuar», apostilló el moderador de la mesa para hacer ver la «importancia de estar unidos en libertad».
Una de las últimas preguntas de Moreno fue acerca de la creación de un consejo de administración. La dirigió al representante de Lider Aliment, ya que la empresa tiene prevista su creación en un futuro próximo. «Rendir cuentas ante personas ajenas a la empresa es una motivación», manifestó Marín como una de las causas para esta decisión. Al mismo tiempo reconoció que puede ser un proceso complicado que requerirá una reestructuración. Sin embargo, entiende como algo necesario definir los cargos para que nadie sea imprescindible en la empresa.
Futuro
Con la vista puesta en el futuro, Gómez se declaró optimista debido a la preparación que tienen sus sucesores para hacer frente a cualquier eventualidad que pueda surgir. «No tengo una bola de cristal, pero creo que se han hecho las cosas bien para los años venideros», ahondó.
A la hora de pensar en lo que pueda suceder, Marín también ve muchas posibilidades de salir bien parados de los retos que tienen por delante en el sector de la alimentación.
La posibilidad de que haya socios que quieran abandonar la empresa fue la última pregunta de la mañana. Ante esta tesitura, el dirigente de Lider Aliment expuso sus dudas ante la forma correcta de actuar. «Entiendo que hay que dar libertad a quien quiera salir, pero no sé donde está el límite», reconoció Marín antes de que Moreno diera por concluida la mesa redonda.