«Es una forma de dar visibilidad a las mujeres, a sus problemas y a sus virtudes, pero el camino es muy largo, queda mucho por hacer». Esta fue la idea principal con la que se quedó el público que acudió a la jornada ‘Futuro en Femenino‘, tras escuchar las diferentes ponencias. Así, Marisol Menéndez, de 72 años, aseguró que es fundamental «que la mujer estudie y sea independiente». Por su parte, la traductora de alemán, Rosa Linares afirmó que la jornada había sido «maravillosa». «Hay que pelear por el futuro», añadió. Un futuro en el que pensaba la opositora Medea López, para quien estas jornadas «demuestran que las mujeres tenemos todavía mucho por conseguir». La mayoría de los asistentes hizo hincapié en la importancia de la educación, como Manuel Rodríguez que insistió en la relevancia de realizar este tipo de actos en los institutos, al igual que Jesús García para quien es importante que los niños conozcan las trayectorias de «las mujeres brillantes que hay».
«La desigualdad es el germen de la violencia de género»
Guillermo Martínez, consejero de Presidencia, tiene entre sus atribuciones la competencia de igualdad. En el organigrama de su consejería está, de hecho, el Instituto Asturiano de la Mujer y preside él el Consejo Asturiano de la Mujer. Por eso, tiene claro que «una sociedad que prescinde del 50% de su población prescinde del 50% de su talento».
El consejero socialista aplaudió «iniciativas como Futuro en Femenino de EL COMERCIO», especialmente, apuntó, porque «contribuye a visibilizar la desigualdad», una que, dijo, «es el germen de la violencia de género». Una violencia que ha colocado a Asturias como la región con mayor tasa de feminicidios del país, con tres asesinatos en lo que va de año.
«La desigualdad es el germen. Todo va integrado», reiteró Martínez, que acudió a las jornadas acompañado por la directora del Instituto Asturiano de la Mujer, Almudena Cueto. «Las políticas que inciden en la proyección de la mujer han de ser una prioridad para una economía que quiere ser próspera y sostenible». Para reforzar su aseveración, recordó los datos de un informe de la Unión Europea «si se recortase el 25% de la brecha de género se permitiría crear miles de puestos de trabajo hasta 2025 que generarían 20.000 millones de euros».
Frente a esa hipótesis de futuro, lo que está claro, según otro informe, es que «en el sector de la tecnología se crearán medio millón de puestos de trabajo. Sin embargo, muchas ciudadanas europeas quedarán fuera de esta oferta, porque solo una cuarta parte de las universitarias se gradúa en estudios tecnológicos».
En su opinión, la desigualdad sigue lastrando el desarrollo profesional de las mujeres. «No podemos permitir que el 34,8% de las mujeres no trabaje debido a que tiene que hacerse cargo de cuidados familiares, frente a un 3,8% de hombres que lo hacen por lo mismo».
Una carga que solo variará, según explicó, «con la educación. Solemos decir que a la política se le exige mucho, pero la realidad es que podemos hacer más». En esa línea, apuntó que «desde las administraciones públicas hay que profundizar para acabar con la brecha de género».