Pasar de la teoría a la práctica. Confrontar experiencias, sinsabores y satisfacciones personales en el duro camino de trocar esa idea que ronda por la cabeza por un negocio viable y rentable a lo largo del tiempo. El Hotel Chiqui de Santander albergó ayer una nueva jornada de ‘Cantabria + Emprendora’, un espacio de debate en el que los protagonistas son los profesionales del ramo y sus vivencias a la hora de alumbrar su propia compañía desde cero. En un evento organizado por El Diario Montañés con la colaboración de Sodercán y presentado por la periodista de este periódico Pilar González, el foco de atención se posó en Pedro Trucharte, socio director de Madrid Business Angels Network (Madbán); Alejandro Trigos, director general de Cifra; y Francisco Calatayud, director creativo de Binary Box Studios. De la conversación entre los tres invitados y el coloquio posterior se desprende una idea fuerza para emprender: el principal consejo que se puede dar es el de tener paciencia, perseverancia y capacidad de sacrificio.
Como introducción de la cita, Trucharte hizo un repaso a las diferentes fuentes de financiación a las que puede acudir un proyecto de empresario cuando ha decidido lanzarse a la aventura de crear su propio negocio. El ponente, que pilota una empresa consultora que gestiona redes y foros de inversión para firmas tecnológicas que buscan financiación en capital, ademas de prestar servicios de formación y asistencia a emprendedores e inversores así como programas de emprendimiento para entidades públicas y privadas, arrancó recordando que «en las fases primarias de una iniciativa el capital se va a obtener de familiares, fondos propios y circulo cercano». Una vez explorada esa vía, ¿dónde acudir? El experto hizo un detallado repaso de las diferentes puertas a las que se puede llamar en busca de dinero, aunque dejó claro que las entidades financieras van a ser las más renuentes a respaldar propuestas que apenas han echado a andar.
«¿Soy invertible?». Ésa, a juicio de Trucharte, es la primera pregunta que se viene a la cabeza de cualquier interesado en captar dinero para su iniciativa. Según el conferenciante, varios aspectos influyen a la hora de cautivar a un posible inversor o socio financiero. «Depende de la calidad del proyecto, de la actitud con el empresario, del propio proceso y de la calidad de la información que se ofrezca. A veces no es suficiente con los datos que se aportan». Eso sí, dejó claro que «hoy en día cualquiera puede ser business angel».
Salvando obstáculos
Tras la disertación inicial, llegó el turno del relato en primera persona de los dos emprendedores invitados. Trigos, licenciado en Físicas, explicó cómo por cuestiones laborales tuvo oportunidad de promocionar rápidamente hasta que acabó ejerciendo como jefe de proyectos y director general de Quiter en México. «No fue posible tener continuidad allí y por motivos de conciliación familiar me volví a casa. Se reunían todos los ingredientes en aquel momento para poder montar una compañía, aunque no me encajaron algunos de los proyectos que me presentaron. Finalmente encontré un proyecto muy interesante y, tras realizar un plan de negocio, vimos que el mercado era muy grande. Es cierto que la financiación nos quita el sueño, pero también es muy importante el momento de tomar la decisión. El riesgo es alto», describió, para rematar que «hoy tenemos un número de empleados importante, por lo que la responsabilidad es mayor». Cifra Educación es una empresa de Cantabria que desarrolla una aplicación para la gestión eficaz de centros de enseñanza.
Por su parte, Calatayud, ingeniero en Diseño Industrial y Multimedia, tiró de sinceridad. «No teníamos credibilidad como empresa para obtener financiación, por lo que luchamos para obtenerla. Financiamos un videojuego con otro videojuego y así pudimos dar el salto a la realidad virtual. Tras 18 meses hemos visto que es nuestro sitio y el mercado tiene un potencial enorme». Ahora, de hecho, pretenden introducir diversos productos en el sector industrial para conseguir afianzar su aventura corporativa.
¿El mayor obstáculo en el camino? «La falta de comprensión en nuestro proyecto a la hora de conseguir dinero. La intangibilidad de los activos lo hacía más difícil. En un proyecto como el nuestro buscar rentabilidad al primer año era irreal».
El impulsor de Binary Box fue incluso más allá. «Al principio no entendíamos ni la literatura de las ayudas. Crees que sabes todo lo necesario y te das cuenta que no sabes nada», admitió.
Sobre el principal beneficio del emprendimiento, Trucharte dijo que «emprendedor es un adjetivo. Todo el mundo puede ser emprendedor en diversos ámbitos y el empresario se hace». Calatayud y Trigos coincidieron en que la mayor ventaja hacia la sociedad es «la de crear puestos de trabajo».