- Los Premios Talento Gastro 2018 corroboran que el relevo generacional en Gipuzkoa está asegurado
Los Premios Talento Gastro 2018 vivieron su primera edición. En los asistentes quedó la sensación de que fue una jornada histórica, el germen de un evento que tendrá su continuidad y, sobre todo, la plasmación de la buena sintonía reinante entre el presente y futuro del mundo de los fogones en Gipuzkoa.
Y es que el Hotel María Cristina acogió un evento que reunió a algunos de los grandes cocineros del territorio de los últimos años, como es el caso de Martín Berasategui, Elena Arzak o Karlos Arguiñano, entre otros tantos presentes ayer, pero también de otros muchos profesionales de la sala, la parrilla, los fogones o la coctelería. Fue, en definitiva, la constatación de que el relevo generacional en Gipuzkoa está más que asegurado.
Y, además, dejó la sensación de ser el inicio de algo muy importante, tal y como confirmó Iñigo Iribarnegaray, director general de Gastronomía en Grupo Vocento: «La gastronomía está en el ADN de los guipuzcoanos y muchos de quienes están hoy aquí serán quienes defiendan la posición de nuestro territorio a medio plazo en ese terreno», afirmó. Iribarnegaray adelantó también que la intención del grupo es organizar premios de este tipo en todos los territorios en los que Vocento tiene presencia y celebrar la fase final en la edición de San Sebastián Gastronomika de 2019.
Espectacular menú
La fiesta fue redonda gracias al fenomenal hacer de los profesionales del hotel que dirige Ned Capeleris, comandados por el chef Jesús Caballero y el chef pastelero Daniel Luque. Los parrilleros Ander Esarte (Txuleta) y Aitor Manterola (Patxiku-Enea) bordaron el trabajo en la brasa.
Durante el cóctel, servido en el lobby del hotel, fueron protagonistas las croquetas y el jamón Carrasco Guijuelo cortado a cuchillo. Entre las bebidas, destacó una firma tan nuestra como es el txakoli Txomin Etxaniz.
Ese momento, el del aperitivo, fue el de los reencuentros, los abrazos y las confidencias entre los profesionales de la gastronomía, representantes de las instituciones y las firmas comerciales y otros invitados al evento.
Ya en la mesa, no faltó el AOVE ecológico Casa Hierro. Los comensales pudieron probar el bacalao a la llama con crema de pan y choricero, la txuleta de Guikar y el cremoso de chocolate con avellana y café.
La selección de la bodega fue muy acertada: Txakoli Txomin Etxaniz y los Pago de Cirsus Chardonnay 2017, Rosé Gran Cuvée Especial 2017 y Selección de Familia 2013; y el Champagne Mumm Cordon Rouge. Para el café, la marca escogida fue Baqué.
Proyección internacional
Tras el almuerzo, llegó el momento de los discursos de los promotores y la entrega de premios. Enrique Ramos, en representación del Ayuntamiento de Donostia, quiso enfatizar durante su intervención en la importancia de la gastronomía «para la proyección internacional de la ciudad. Hoy en día se nos conoce en sitios donde antes era impensable. Pero en un momento de éxito turístico no podemos dejarnos llevar y es importante apoyar a todas aquellas personas que hacen bien las cosas».
Joseba Amondarain, jefe de servicio de Innovación de la Diputación Foral de Gipuzkoa, afirmó que «debemos escuchar y proponer. El futuro debemos contruirlo entre todas y todos. Eso es Etorkizuna Eraikiz. La realidad, la metáfora y la analogía sois vosotros, el sector de la gastronomía. Aquí hay talento», subrayó.
Asier Arrese, en representación de HAZI y el Gobierno vasco, incidió en que «en distintos eslabones, el relevo generacional es un reto que todos tenemos muy presente y muy vinculado al emprendimiento. Como país debemos potenciar y valorar el talento de la gastronomía».
Tras estos discursos, llegaron los premios. Nora Sagarzazu fue la encargada de invitar al escenario a los distintos patrocinadores que abrieron cada uno de los sobres en los que estaba el veredicto de un jurado formado por once personas expertas en la materia: Elena Arzak, Aizpea Oihaneder, Martín Berasategui, Guille Viglione, David de Jorge, Oraitz García, Iñigo Iribarnegaray, Iñigo Clemente, Kino Martínez, Javier Yurrita e Isabel Cortadi.
Con cada uno de los premios se sucedieron los abrazos, las sonrisas, los agradecimientos… El propio Martín Berasategui, por ejemplo, se mostró emocionado por ver cómo su jefe de sala y futuro yerno, José Manuel Borrella, y su sommelier, Valentina Litman, se llevaban los galardones y, a su vez, se acordaban de él. Karlos Arguiñano, rodeado de sus familiares fue, como tantas otras veces, uno de los perejiles de la fiesta.