La Media Maratón de La Rioja no ha faltado nunca a su cita en los últimos 26 años. Pese a las dificultades vividas en algunos momentos (por ejemplo cuando se ‘levantó’ El Espolón para su renovación o cuando un aguacero incesante acompañó la prueba ya desde horas antes de su comienzo) siempre ha acudido fiel a su compromiso con el público.
De cabo a rabo. Camilo Santiago, una vez más, volvió a reinar en su casa. Fue profeta en su tierra de acogida. El atleta del Rioja Añares ganó una vez más la Media Maratón de La Rioja, su carrera, la que lleva gobernando poco menos de un lustro. Y lo hizo gustándose, manejando los tiempos y adversarios a su antojo. De principio a fin. Disfrutando como pocos, sintiendo el aliento de los demás corredores cuando eran doblados, recibiendo la ovación del numeroso público que le acompañó durante los 21 kilómetros de recorrido. Con suficiencia y prestancia, pero disfrutando como un niño.
Su llegada a meta así lo acredita. No esprintó. No tuvo necesidad. Había roto la carrera mucho tiempo antes, casi sin esfuerzo, en el kilómetro 12,5. Fue cuando Camilo Santiago decidió despegarse de Daniel Sanz exactamente en la confluencia de la avenida Colón con Jorge Vigón. Por delante quedaban 8 kilómetros y Camilo Santiago se marchaba en soledad hacia su tercer triunfo consecutivo.
Una victoria que en féminas consiguió Esther Rodríguez, también con comodidad, aunque le costó más despegarse de una Marta Castroviejo que rodó con ella hasta el kilómetro 17 y que ocupó la segunda plaza del podio.
Camilo Santiago, en quizá el mejor año de su carrera, llegó a esta prueba como favorito. Y cumplió las expectativas con creces. Desde el principio, desde la salida de las puertas de Diario LA RIOJA, Camilo Santiago, Daniel Sanz, David Martínez y otro grupo de corredores de la prueba más corta, se pusieron delante del pelotón. Incluso, para la primera rotonda, este grupo había dejado al resto muchos metros atrás. No se le podía escapar la tercera seguida de Camilo, que para el kilómetro 3 ya se había despegado del resto de competidores. Solo Daniel Sanz aguantaba su ritmo. David Martínez ya había claudicado, aunque seguía a su ritmo.
Por detrás, Marta Castroviejo y Esther Rodríguez se inmiscuían en un grupo de ocho corredores alejándose de Gema Olave, que no pudo seguirles en ese primer arreón. Por delante, ya se habían consumido 15 minutos de carrera cuando Camilo Santiago y Daniel Sanz entraban por primera vez en la avenida de La Paz. Les seguía de cerca Alberto Bravo, pero ambos sabían que éste participaba en la prueba corta.
El primer giro al circuito lo completaron en poco más de 27 minutos. El paso de Santiago y Sanz por el kilómetro 10 fue firme, sin titubeos. El atleta del Añares estaba empezando a probar a su compañero de carrera. Era una cuestión de tiempo. Muy por detrás, casi dos minutos y medio, pasaba por el kilómetro 10 David Martínez. Seis minutos después era la líder femenina la que pasaba por el ecuador de la carrera, justo cuando comenzó a abrir hueco con Marta Castroviejo, incapaz de mantener el ritmo de la que acabaría ganando la prueba.
Camilo se gusta
Fue en el minuto 41 de carrera cuando Camilo Santiago aceleró su paso, haciendo daño a Daniel Sanz, que trató de aguantarle todo lo que pudo pero que desistió en Jorge Vigón. Así, el segundo paso por la Gran Vía fue una ovación constante a Camilo Santiago, que parecía disfrutar como pocos esta carrera. Allí, en la céntrica avenida logroñesa el murciano empezaba a doblar a corredores, algunos incluso que participaban en la de 7 kilómetros.
A partir de entonces, fue Camilo contra Camilo; Camilo contra el crono. O el disfrute total de Camilo, que fue lo que acabó sucediendo. Corría el del Añares a buen ritmo, observando de vez en cuando su reloj, pero sin estresarse. Su objetivo es otro: el campeonato europeo de Berlín. Pero la Media Maratón es su carrera.
En el kilómetro 15, la diferencia con Daniel Sanz era de veinte segundos. Muy por detrás, a tres minutos y medio, aguantaba un David Martínez más ocupado en conservar el podio que en otra cosa. Pero esos veinte segundos se convirtieron en 45 en su paso por el kilómetro 17, al final de la avenida Lobete. Camilo Santiago, que entraba en la avenida de La Paz por última vez justo al cumplirse una hora de carrera, se gustaba cada vez más. Parecía un paseo, pero ganar tres medias consecutivas no es moneda común.
Los aplausos del público y de los doblados le hacían parecer más fuerte. Encaró la línea de meta con una gran sonrisa. En vez de acelerar su paso para cruzar la cinta, se acercó a la valla, saludando a todo el público reunido, abrazando y besando a sus seres queridos. Luego sí, se acercó a la meta, se dio vuelta, y la cruzó brindando un beso a la ciudad. A su carrera. Un minuto después, Daniel Sanz entraba segundo, mientras que David Martínez lo hacía parando el crono en 1:12:37, prácticamente cuatro minutos después.
Por detrás, Esther Rodríguez no se dejaba intimidar y mantenía su distancia con Marta Castroviejo, que fue incapaz de seguir su ritmo. Incluso, en los últimos kilómetros, Rodríguez incremento su velocidad y entró con más de tres minutos de ventaja por delante de Castroviejo, que ocupó la segunda plaza por delante de la riojana Gema Olave, que disfrutó con su podio.